Buenas prácticas

Atención a personas sin hogar en el reparto de alimentos

Dirigido a Voluntarios de la Asociación Corazones Malagueños

La atención a personas sin hogar requiere sensibilidad, empatía y respeto. A través de la entrega de alimentos básicos, no solo cubrimos necesidades físicas, sino que también proporcionamos dignidad y esperanza. Como voluntarios, jugamos un papel clave en su bienestar. Esta guía tiene como objetivo destacar las mejores prácticas y actuaciones para asegurar una atención respetuosa y efectiva.

1. Actitud y Empatía

  • Respeto y amabilidad: Trata a cada persona como un ser humano valioso, sin prejuicios ni estigmas. Un saludo amable y una sonrisa pueden marcar la diferencia.
  • Escucha activa: Muchas personas sin hogar se sienten invisibles. Escucharles sin interrumpir, mostrar interés genuino y respeto es crucial.
  • Evitar la condescendencia: Las personas sin hogar merecen respeto y trato digno. Evita frases paternalistas o de compasión excesiva. Mantén una actitud equilibrada, cercana y profesional.

2. Organización y Seguridad

  • Punto de entrega claro y seguro: Asegúrate de que la zona donde se realiza la entrega sea visible, accesible y esté organizada para evitar aglomeraciones o situaciones de conflicto. Ten en cuenta medidas de seguridad como evitar espacios con poca luz o tráfico.
  • Distancia y normas sanitarias: Mantén una distancia adecuada y sigue las normas higiénicas básicas. Lávate las manos regularmente, usa mascarilla si es necesario y recuerda mantener el área limpia durante y después de la entrega de alimentos.
  • Atención a situaciones de vulnerabilidad: Si detectas signos de malestar físico o emocional, o si alguna persona necesita más apoyo que el habitual (por ejemplo, ropa, productos de higiene o atención médica), informa a la organización para buscar soluciones.

3. Entrega de Alimentos

  • Productos adecuados: Asegúrate de que los alimentos que entregas sean frescos, fáciles de consumir y adecuados para las necesidades de cada persona.
  • Dignidad en la entrega: Entrega los alimentos de forma discreta y personalizada. Evita hacer que las personas se sientan expuestas o humilladas.
  • Escucha y adapta: Pregunta si tienen preferencias o necesidades especiales (intolerancias, preferencias religiosas). Ofrecer la posibilidad de elegir entre opciones, dentro de nuestras posibilidades, ayuda a empoderar a las personas.

4. Comunicación y Relación Humana

  • Llamarles por su nombre (si lo sabes): Si conoces el nombre de la persona, utilízalo. Esto refuerza el sentido de pertenencia y respeto.
  • Fomenta la confianza: Sé consistente en tus visitas. La regularidad ayuda a que las personas sin hogar confíen en ti y en la asociación. La confianza se construye a lo largo del tiempo.
  • Ofrece información adicional: Además de la entrega de alimentos, puedes proporcionar información sobre servicios adicionales que puedan necesitar, como comedores, albergues o centros de atención social en la zona.

5. Manejo de Situaciones Difíciles

  • Paciencia y calma: Es posible que algunas personas estén pasando por situaciones de estrés, ansiedad o adicciones. Mantén siempre la calma y no tomes reacciones negativas como algo personal. Si surge un conflicto, trata de manejar la situación hablando suavemente y mostrando comprensión. Tu seguridad es lo primero, ante una situación de peligro abandona el lugar junto a tus compañeros.
  • No juzgues: Cada persona tiene una historia única y, aunque no siempre sea visible, muchos enfrentan múltiples desafíos. Evita emitir juicios o hacer suposiciones sobre su situación.
  • Buscar ayuda cuando sea necesario: Si alguna situación te sobrepasa o te sientes incómodo, busca el apoyo de tus compañeros o de los coordinadores de la asociación.

6. Cierre de la Interacción

  • Despedida respetuosa: Agradece siempre la oportunidad de ayudar y despídete con amabilidad. Deja abierta la puerta para futuras interacciones: "Nos vemos pronto" o "Cuídate" son frases simples pero poderosas.
  • Reflexión final: Después de la jornada, tómate un momento para reflexionar sobre lo vivido. Este tipo de trabajo emocionalmente demandante requiere autorreflexión y apoyo mutuo entre voluntarios.

Conclusión
La entrega de alimentos no es solo una cuestión de cubrir necesidades básicas, sino también una oportunidad para crear vínculos humanos, mostrar respeto y ofrecer un apoyo integral a quienes lo necesitan. Como voluntarios, vuestra labor en Corazones Malagueños es fundamental para mejorar la vida de muchas personas.


¡Gracias por vuestro compromiso y dedicación!


Si tienes dudas, no dudes en hablar con los coordinadores o compañeros de equipo. Tu bienestar y el de las personas a las que atendemos es nuestra prioridad

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